miércoles, 29 de agosto de 2012

Falsas Alarmas en Sistemas Contra Incendio


Las alarmas falsas se pueden atribuir a numerosos factores y pueden contribuir a innumerables problemas no solo para los propietarios de los establecimientos sino también en la confiabilidad de quienes deben prestar atención a las mismas
En aquellos establecimientos donde creen que sus sistemas son confiables y que realmente están protegidos las falsas alarmas suelen espantar esa tranquilidad. Pueden costar dinero, ya que generalmente necesitan la evacuación parcial o total de los ocupantes y contri­buyen a la pérdida de la productividad. Además las alarmas falsas pueden entrenar a muchos ocupantes a “ignorar” las alarmas de incendio la próxima vez que ocurran, creando de tal modo un ambiente de trabajo inseguro.

También, generan desgaste en los sistemas del edificio que se ac­tivan o desactivan mediante programación; como el sistema de HVAC (calefacción, ventilación, aire acondicionado) del edificio, o los sistemas de extinción. El personal de las gerencias y mandos medios deben ser redirigidos desde sus obligaciones regulares a responder y manejar la situación de alarma. El trabajo de los contratistas generalmente se encontrará suspendido en las zonas de alarma de incendios.

Es por esta razón que detallamos aspectos importantes a tener en cuenta para evitar las falsas alarmas. El primer enfoque que le podemos dar al tema es el de recopilar tantos datos sobre alarmas individuales como fuera posible para determinar qué estaba causando las falsas alarmas. Inicialmente, los datos sobre fecha y hora, causa de la alarma y ubicación deberán ser recopiladas y analizadas.

Debemos diferenciarlas en tres tipos de alarmas: las legítimas, falsas, y desconocidas. La categoría de alarma legítima será cualquier fuente legítima de alarma que resulte en la activación del sistema preventivo instalado para detección o prevenir propagación del siniestro.

Las falsas alarmas dan cuenta generalmente error del usuario, malfuncionamiento del sistema, trabajo en caliente realizado sin notificación y daño al sistema. El análisis más profundo suele demostrar que el error del usuario es un tema de capacitación. El malfuncionamiento del sistema es un tema de mantenimiento, el trabajo realizado sin notificación es falta de comunicación, y el daño al sistema es accidental o deliberado.

Para las alarmas desconocidas hay que investigar la causa de cada alarma en forma detallada. Esto debe ser un giro en la mentalidad que solemos realizar como una costumbre que cuando ocurrían alarmas, el panel era reseteado y cada uno volvía a trabajar sin determinar qué había pasado y qué debería pasar para asegurar que no ocurriría de nuevo. En la actualidad, cuando la causa de una alarma ha sido considerada desconocida, es sólo después de que se ha dirigido una investigación exhaustiva y los responsables de la seguridad contra incendio verdaderamente no la conocen.

Como puede haber múltiples razones para las alarmas, serán necesarias estrategias múltiples para tratar cada tema. Se requerirá capacitación adicional sobre el sistema de alarmas de incendio en su totalidad para cualquier persona que entrara en contacto con el sistema de alarmas de incendio. Se deberá establecer permisos de trabajos en caliente para todo el personal propio como para los contratistas externos.

El malfuncionamiento del sistema (el componente más pequeño de las fallas) se puede atribuir a tales cosas como cortocircuito de los artefactos, detectores defectuosos, falla en los cabezales de los rociadores debido a la fatiga, y fallas ocasionales de los componentes electrónicos.

Estos componentes se consideran parte de la infraestructura crítica del edificio y deberían ser tratados como tales. Los cambios en un componente pueden impactar en uno, alguno, todos, o ningún de los otros componentes. Se necesita una revisión de cambios de los varios componentes para determinar si habrá un impacto sobre los otros componentes y finalmente sobre los ocupantes del edi­ficio. La política de mantener un registro tiene en consideración la retención de documentos y archivos que son relevantes para la operación apropiada del sistema de alarma de incendio. Todos los documentos históricos, incluyendo los registros de capacitación, los informes de incidentes, y los informes de auditoria del sistema de detección y extinción deben ser archivados.


Conclusión

Cuando nos encontramos ante este tipo de situaciones, como en tantas otras, los problemas serán siempre mucho más manejables si se encaran por separado. Un gran colega una vez me dijo, todo sistema es tan eficiente como el mantenimiento y control que a este se le realice.








Por: Ing. Eduardo Javier Granda
Especialista Certificado en Protección Contra Incendios CEPI (NFPA)